Los caballos son animales con mucha facilidad para lesionarse, sobre todo los que llevan una vida más activa. Prevenir este tipo de problemas es sencillo, y puede alargar bastante la vida deportiva de tu caballo.

Existen diferentes tipos de protectores de trabajo que ayudan a prevenir lesiones, te hablamos un poco de ellos a continuación:

Campanas:

Se colocan generalmente en las extremidades anteriores, protegiendo así la corona y los talones.

Para poner las campanas cerradas hay que insertarlas al revés y luego darles la vuelta para colocarla correctamente.

En cambio, las abiertas son mucho más sencillas de poner, solo hay que tener en cuenta que el cierre debe de estar orientado hacia el exterior de la extremidad, de esta manera evitamos que los velcros de las campanas se peguen y tu caballo tropiece.

Protectores de tendones:

Son muy completos, ya que protegen la parte frontal, el interior, y los tendones de las extremidades.

Para colocarlos hay que seguir unos sencillos pasos:

- Se comienza atando la hebilla o velcro central

- Se cierran el resto de tiras sin apretarlas mucho

La posición es la misma que la de las campanas, los cierres están dispuestos hacia la parte lateral externa para evitar que se enlacen entre ellos.

Protectores de menudillos: 

Se colocan en las extremidades posteriores para proteger a tu caballo de diferentes golpes. De nuevo, los cierres siempre hacia el exterior.